Hoy toca jueves dulce y os traigo una receta antiquísima, muy andaluza, y por supuesto bastante fácil. Es una variante de las típicas gachas, y se solía comer en los años en los que no había nada que comer. Yo reconozco que soy más de napolitana de chocolate, y las cosas como son, hoy en día tenemos el paladar más acostumbrado a la respotería yankee, con pasteles tipo muffins, cheesecakes o brownies, que al arroz con leche o la tarta de Santiago, así que precisamente por eso, hoy reivindico el postre tradicional andaluz con esta poleá que espero que os guste. Y para darle un toque más cañí, os lo paso tal y como la madre de un compañero de mi amiga Macarena, se la ha pasado a ella, y ella a mí. Ahí lo lleváis todo con foto incluida, sí, os debo un post con reportaje a todo color... ¡Hasta mañana fogoneros!.
3 comentarios:
La persona que no haya probado esto, no sabe lo que se pierde!
Yo al igual que tu, también tengo la receta escrita en un papel a letra de mi abuela! Algún día la postearé también jeje
Aprovecho para decirte que desde que te vi en el blog de chema, te sigo todo el rato :)
Muchísimas gracias Manuela, me alegra mucho que te guste el blog, un abrazo
Ains que cabeza la mia! llegué a tu blog por Noelia jeje
Siento la confusión!! Visito tantos blogs de cocina que ya me pierdo!
Pero lo dicho, muy interesante el blog!
Saludos
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